El Orgasmo Clitoriano
El tema del orgasmo femenino siempre suscita
y suscitará debate. Desde hace años que se dice que existen dos tipos de
orgasmos: el orgasmo vaginal y el orgasmo clitoriano. Sin embargo, algunos
estudios afirman que muchas mujeres no son capaces de experimentar ambos
orgasmos, pues sus características fisiológicas no les permitirían experimentar
uno u otro.
Pero,
si no todas las mujeres pueden experimentar el orgasmo vaginal, ¿qué
caracteriza a las que sí? Según un estudio llevado a cabo por Emmanuel Giannini
y Odile Buisson, para la Universidad de Florencia (Italia), las mujeres que tienen
orgasmos vaginales tienen un tejido de la zona entre la uretra y la vagina más
grueso que las mujeres que no experimentan este tipo de orgasmo.
Más
allá de ese y otros estudios realizados, otras investigaciones apuntan que es
cierto que las mujeres pueden experimentar dos tipos de orgasmo: uno resultante
de la estimulación del interior de la vagina y otro a partir de la estimulación
exterior del clítoris. También hay expertos que hablan de más tipos de
orgasmos.
El orgasmo clitoriano es aquel que se logra a
través de la estimulación del clítoris y que la mayoría de mujeres dicen haber
experimentado, llegando a él con cierta rapidez y frecuencia, siendo intenso y
breve. Es un tipo de orgasmo al que se puede llegar fácilmente a través de la
masturbación. En cambio, el orgasmo vaginal se logra a través de la penetración
y requiere de más tiempo para experimentarlo, aunque la recompensa es mayor
porque suele ser más prolongado y profundo. Sin embargo, cabe destacar que la
sensación producida por cada tipo de orgasmo es diferente según la mujer.
El clítoris es un órgano del aparato genital
femenino, cuya única función es la de proporcionar placer sexual a la mujer. Su
punta asoma en la parte superior de la vulva, pero se extiende unos 10 cm hacia
el interior.
Es importante tener en cuenta que, se llegue
o no se llegue al orgasmo durante una relación sexual, el placer puede
alcanzarse de muchas maneras diferentes; no únicamente a través del orgasmo.
Teniendo
claro esto, muchos expertos consideran que la estimulación del clítoris es
imprescindible para lograr la plenitud del placer al llegar al orgasmo. Y es
que el clítoris, con sus más de ocho mil terminaciones nerviosas cambia a nivel
fisiológico durante la excitación sexual y los vasos sanguíneos de la zona se
hinchan, causando una gran sensibilidad vaginal. Ello permite que la mujer
llegue a sentir un gran clímax sexual cuando se le estimula esta zona.
Las terminaciones nerviosas se encuentran muy
concentradas en la cabeza del clítoris, la menor caricia se nota y la estimulación, por
tanto, resulta más efectiva a través de variaciones muy sutiles, en comparación
con otras soluciones como aumentar la presión. El órgano se encuentra rodeado
de diferentes capas que permiten que el contacto sea más sutil. La primera de
esas cubiertas a tener en consideración es el capuchón del clítoris, su función
es la de proteger el órgano y mantenerlo húmedo. Frotar el capuchón alrededor
del clítoris activa las ocho mil terminaciones nerviosas que lo conforman,
evitando las sensaciones punzantes que pueden aparecer si se roza sin
mediación. Algunas mujeres prefieren que se palpe el capuchón en círculos,
otras de arriba a abajo, otras de lado a lado. Algunas sienten además más
placer si se activa una parte concreta del clítoris.
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